Te duermes en algún lugar de Francia, te despiertas rodeado de nieve en los Alpes, el traqueteo del tren te hace volver a dormirte y cuando definitivamente vuelves al mundo real miras hacia arriba e intentas alcanzar el techo de una estación que parece haber salido de un manga steampunk, es entonces cuando tu profesor de historia del arte te dice que estás viendo uno de los ejemplos más importantes de arquitectura fascista del mundo, La Estación Central de Milán......la arquitectura fascista no es ni mejor ni peor que otras, ni más ni menos espectacular, es simplemente un reflejo de la ideología totalitarista, un reflejo de la deformada mitología que embadurna su historia, es una copia barata de todo los estilos clásicos que transmiten grandeza, una mezcolanza rancia de templos griegos y romanos con sillares románicos y cierto racionalismo rebuscado.
Cuando te interesas y ves los planos del nuevo Berlín ideado por Hitler y dibujado por Speer, te das cuenta de que tal vez la arquitectura fascista está ahí no para impresionarnos con su grandeza, si no, para recordarnos que si lo volvemos a hacer mal, tendremos a otro Hitler, a otro Mussolini o a otro Franco construyendo templos de sillares gigantes para honrar la grandeza de sus regímenes...
http://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_San_Antonio_de_Padua_(Zaragoza)
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